Y este mundo que no se acaba…

Desde siempre han existido quienes predicen el fin del mundo. Siempre hay un loco o varios que aseguran que conocen la fecha. Nostradamus decía que el mundo se acabaría en algún momento entre 1999 y el año 2000, y aquí seguimos. Cierto que un año después se cayeron las torres gemelas y fue el fin de un mundo de unas personas y de una seguridad. Tal vez, Nostradamus era proyankee, y un margen de error de un año se le concede a cualquier profeta.

Hace años, los de Mono Blanco empezaron a difundir el rumor del fin del mundo y dieron solución a nuestros problemas: “Si un día me has de querer, te debes apresurar”. No sabemos cuándo se vaya a terminar el mundo, pero en todo caso debemos apurarnos a amar, antes de que nos palaste un RTP.

En 1987, R.E.M. lanzó el sencillo “It’s the End of the World as We Know It” y, como todos recordarán, seguían sintiéndose bien. Supongo, por lo tanto, que el fin del mundo no es tan aterrador como suponemos.

Ahora se habla del fin del mundo en las cantinas, en las banquetas, en las sobremesas familiares, en las fiestas, en las oficinas, en los microbuses, en el radio, en la tele, en la red… Los mayas dijeron que el mundo se nos iba a terminar en 2012. Todavía es un misterio la razón por la que los mayas abandonaron Palenque, pero ese abandono sugiere que ellos se equivocaron por varios más años que Nostradamus. Todavía no podemos asegurar que el mundo no se vaya a terminar el año entrante, pero sin duda el mundo maya —como ellos lo conocieron— terminó hace mucho tiempo.

Otro fin del mundo que parece aproximarse rápidamente es el árabe. Los países árabes de África han pasado por levantamientos, guerras, guerrillas y rebeliones fundamentales en el último año. Desde principios de 2011 nos hemos preguntado si este será el fin del mundo árabe como lo conocemos. Ayer publicaron en todos los medios una serie de videos bastante perturbadores de la muerte de Muamar Gadafi. Ayer mismo publicaron en los periódicos el cese definitivo de la actividad armada de ETA. Hay quienes todavía no se la creen, y decir que esto es el fin del mundo sería un poco exagerado, pero es sin duda el fin de un par de eras.

Según el locutor de radio cristiano Harold Camping el mundo se termina hoy. Son casi las dos de la tarde en mi huso horario y no parece que se vaya a terminar el mundo. Él se basó en una serie de cálculos de los números en la biblia. Pero ya en marzo de este año se equivocó de fecha… ¿Por qué habríamos de creerle esta vez? ¿Cuáles son las señales?

Cierto, hoy Obama anuncia la salida de las tropas gringas de Irak para finales de 2011, después de 9 años. Cierto, se cayó un helicóptero en el sur de la ciudad de México, en Viveros, en una banqueta a las 10:10 de la mañana, entre autos, personas, perros y ardillas. Murieron dos personas y vuelven a despertar las sospechas de “complots” entre los mexicanos. Cierto, estoy pasando por un momento crítico en mi educación editorial que contaré el día que me retire (o antes si recibo señales de que el mundo se va a acabar).

Así estamos, rodeados de profetas, matemáticos, músicos y rebeldes que sugieren el fin del mundo, o de un cierto mundo; rodeados de señales si así queremos tomarlas; rodeados de la misma sociedad hundida hasta el codo en mierda tratando de encontrar algo en qué entretenerse.

Si es el fin del mundo, el fin de un cierto mundo o el fin de una era, el fin de la violencia o sólo el fin de un sexenio, ya lo sabremos. Mientras tanto, cada uno haga su tarea: se acabe o no se acabe el mundo, apresurarnos a querer no puede ser tan malo.

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Un pensamiento en “Y este mundo que no se acaba…

  1. Carlos Efron Mur 22 octubre 2011 en 18:33 Reply

    Corregir lo que hacemos porque el mundo se va acabar no me gusta, sin embargo apresurarnos hacer el amor se acabe o no el mundo, es lo mejor desde mi humilde opinión, entiendo por hacer el amor: emoción, pasión , sexo y una larga lista… lo que si debería hacer es terminar mi novela y no dejar que los personajes se apoderen de mis pasiones y sean ellos los que dicten el rumbo de su historia, eso si es para sentir que el mundo se va acabar.

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