Archivos diarios: 16 enero 2013

Contamos con sistema de apartado


Cuenta la leyenda que la costumbre del anillo de compromiso viene de Egipto. Dicen que se lleva en el dedo anular izquierdo porque de ese dedito sale una vena que va directo al corazón. Dicen que desde entonces simbolizaba una relación seria.

Históricamente, el anillo de compromiso podía estar hecho de oro o de hierro, sin piedra o con esmeraldas, rubíes, zafiros y diamantes. E históricamente se prefiere el diamante porque es más difícil de encontrar, más costoso, más atractivo y es símbolo de lujo y glamour. Da cierto estatus, pues. Algunas chicas, consciente o inconscientemente compiten con otras por quien tiene el mejor diamante en la mano. Sin embargo, la preferencia por los diamantes se justifica por cualidades más allá de su apariencia: Se dice que es una piedra indestructible que simboliza fortaleza. Se relaciona con el compromiso porque sugiere que el amor de una pareja es puro e invencible. ¿Será? ¿O será nomás que son hermosos y muy caros?

Cuentan que el anillo de compromiso debe costar tres veces el sueldo del novio. Nunca he entendido por qué. Hay quienes aseguran que es considerado un sacrificio del novio por su amada. Yo pienso que es necesario poner un ahorrito en manos de la mujer para que, si nos carga el payaso económico, tengamos algo que vender…

Muchas veces he pensado en el anillo pero nunca en lo que significa el compromiso. No sé si será por mi edad, por la canción de Beyoncé, porque sospecho de las relaciones a distancia o porque un par de amigas mías se van a casar, pero he estado pensando un poco en eso.

Curioso tema ese del anillo de compromiso, ¿no? Supongamos que cierto señor y yo acordáramos casarnos en un par de años. Pero cada quien tiene una vida, en ciudades distintas o en la misma, un montón de proyectos personales y profesionales por desarrollar. Él y yo podríamos cerrar nuestro compromiso, ponerle fecha y presentar a nuestros padres. Si nos lo tomáramos muy en serio, habría un diamante de por medio. ¿Y eso qué significaría? ¡Que estaría yo apartada! Esta señora anda suelta por la vida pero tiene un sistema de localización que funciona las 24 horas. Esta señora anda del tingo al tango haciendo y deshaciendo social y profesionalmente. Esta señora, duerme, come y pasea a la hora que quiera y no tiene que rendirle cuentas a nadie. Pero esta señora está apartada, puede hacer lo que le dé la gana salvo conocer a otro hombre, enamorarse y salir con él. Pero el sujeto no lleva ningún anillo, ningún chip localizador, ni tiene grillete, ni marca alguna que revele a la sociedad que él tiene un compromiso con esta señora.

El anillo es considerado un gesto romántico. En especial si es como en las películas y el anillo perteneció a la abuela del sujeto o cosa parecida. Pienso en las historias románticas de finales del XIX y entiendo que este sujeto y esta sujeta se comprometieran por medio de un anillo. Tiene sentido si tu apellido es Bennet.

Siempre he querido un anillo, aunque no sé bien para qué. Me pregunto si un día tendré un anillo (aunque sé que con este textito cierro todas las posibilidades). Me pregunto cómo va a ser mientras ruego no sea dorado. Un diamante, mi diamante, nuestro diamante: una piedra pegada a un aro de metal que le cuenta al mundo que yo estoy comprometida con un señor, pero no dice nada del compromiso del mismo.

¿Será realmente una costumbre romántica? Es una marca que él pone sobre ella. Ella ya le pertenece a él y nadie ha firmado nada. ¿Y ella con qué garantías se queda? Propongo que, si nos vamos a andar poniendo marcas de propiedad, se vale que la novia en cuestión le deje al señor tremendo chupetón en el pescuezo. Un sello será más lindo que otro —y sin duda más costoso—, pero al menos estará claro que ya los dos están apartados.